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El niño de las estrellas…

En el cielo hay lugares secretos que no conocemos…hay vistas, colores y música que aún no se conocen en la tierra. Y en uno de estos rincones del cielo muy lejos de la tierra había una  estrellita, donde vivía un niño que no hacía nada más que una sola cosa… jugar.

Jugaba todo el día pero lo curioso es que cuanto más jugaba, más aprendía. Jugaba todo el día con sus amiguitos y angelitos. A veces jugaban y se acercaban más a la tierra…experimentaban con la mezcla de los colores, pintando el cielo de diferentes tonos, amaneceres y atardeceres morados y rosados tirando a índigos, y colores que aún están por conocerse en la tierra.

Tocaban música, instrumentos como los violines y las marimbas, las flautas zampones, los bongos, enormes pianos, los cuatros, guitarras, acordeones, timbales, maracas y las  harpas, claro está. También tocaban algunos instrumentos que aún están por conocerse en la tierra. Ay, los conciertos que se formaban! Conciertos que aún no se oyen en la tierra. (Aunque si estás tranquilo en un rincón meditando, y te tapas bien los oídos, es posible que escuches unas estrofas ya que en la tierra se pueden escuchar pero en el silencio absoluto.)

Eso sí, jugaban a los deportes… como el alpinísmo,  acrobacia y los dardos (especialmente el grupo de asistentes de cupido) No faltaba un buen partido de futból, baloncesto o voliból… pero también algunos deportes que aún están por conocerse en la tierra.

Un amanecer el niño se entretenía corriendo por el cielo de un lado para otro.  Fue hasta el rincón más lejano del cielo con un enorme pincél mágico, pintando el rojimorado del horizonte. Mientras el gran Ángel Sol lo contemplaba con una media sonrisa. Casi habia terminado el brochazo de color rosa que anhelaba cuando de pronto se le cayó mientras pintaba y una gaviota inesperadamente lo tropezó en el camino… “Mil disculpas” dijo la gaviota, y siguió volando…¡Iba a millón! 

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Photo by MaryRN

En ese momento el niño se detuvo y el ángel de la guardia le pidió que recogiera su pincel, que se había quedado colgando en una nube ya morada. Se quedó rebuscando en la nube un largo rato cuando se cruzó de nuevo con la gaviota, pasó por ahi de vuelta y se disculpó nuevamente por haberlo tropezado, “está bien” le dijo el niño “ya había terminado.” Al fin, encontró el niño el pincel y en ese momento vio que la gaviota ya estaba lejos regresando a la tierra y se le quedó mirándo fijamente. Cuando ya no pudo ver más a la gaviota se fijó en la tierra por un largo rato.

Bastante tiempo que habia anochecido cuando el niño se fue caminando, corriendo y luego voló para regresar a la estrellita.

–“Niño” le dijo un enorme angel que medía casí cinco pisos, de largos cabellos. “¿Dónde estabas que no se ta ha visto desde la semana pasada?”

–“¡Angel de la Guardia!,” dijo el niño.

–“Ya sabes que a veces me distraigo con lo mismo de siempre…Hoy me fijé de nuevo en la tierra. Y he decidido que esta vez si que quiero irme a vivir allá.

–¿Por qué quieres ir a vivir a la tierra?

–Quiero ir porque es preciosa.¡Realmente lo es! He estado observando y allí tienen de todo, amables plantas y dulces flores, agua divina por todos lados, y animales furiosos y juguetones, cascadas en las montañas, los vientos furiosos y algunos vientos juguetones donde podría volar mi cometa. Vi seres divinos que ayudan apoyar la tierra, algunos en el agua, delfines, ballenas como también en las selvas como las zebras, unos tigres y elefantes, y aves de todos los tamaños que vuelan como nosotros, son los únicos que vuelan…mas están en peligro y los quiero ir a rescatar. Existen niños, muchísimos de ellos…y vi muchos de ellos jugar como nosotros, pero a algunos vi llorar y quiero ir a enseñarles muchos de nuestros juegos que todavía no conocen o han olvidado para que se pongan contentos.

–¿Algo más?

–Pues, tuve que regresar…

–Está bien. Me parece muy bien. Veo que cada vez vienes con más detalles. Tus poderes de observación siguen desarollándose. Pero a mi me parece que aún no estás listo para ir a la tierra. Te buscaban tus amiguitos.

–De acuerdo.

Y se fue el niño a jugar con los otros pequeños.

Y así pasaron los días, pasaron los meses, pasaron los años…

El niño estaba jugando futbol con sus amigos una noche. El juego estaba en lo mejor cuando el niño pateó la bola y se fue tan lejos que miró a su ángel de la guardia y le dijo…”voy a tener que ir a buscar la bola.” Ya regreso…

Pues la buscó en las estrellitas vecinas y no las encontró…después bajó y bajó y bajó hasta que se tropezó con unas nubes cerca de la Tierra. Por fin, rebuscando en las nubes se agachó y encontró la bola. Pero al pararse, se fijó en la Tierra. Se quedó mirando, mirando, mirando por un largo rato…

Y siguió mirando hasta que… se dio cuenta de la hora y se regresó a la estrellita.

Al regresar…

–Angel de la Guardia, dijo el niño.

–Si..

–Hoy me fijé de nuevo en la tierra. Y he decidido que me quiero ir a vivir allá.

–¿Por qué quieres ir a vivir a la tierra?

–Quiero ir porque es preciosa. De veras que si. Me quedé mirando y allí tienen de todo, plantas, flores, mares, cascadas, el viento, vi seres que se llaman monitos, pececitos, un perro, un gato, unos pajaritos que vuelan como nosotros, son los únicos que vuelan… Existen niños, algunos que conozco y muchos de ellos vi jugar como nosotros y quiero ir a enseñarles algunos de nuestros juegos que todavía no conocen o en algunos casos han olvidado.

–¿Viste algo más?

–Si,sí… hoy sí. Vi un hombre y una mujer que viven en una casita con 2 gatitos. Vi que la mujer pidió esta noche tener un ser querido más en su hogar.

–Y, qué piensas…

–Ay, Angelito de la Guardia, te lo quiero decir pero no me atrevo…

–Anda pues, puedes confiar en mi..

–Te quiero decir que quiero irme a vivir con ellos… pero temo que me vas a decir que…

–Niño, ya estás listo para ir a vivir a la Tierra.

–¿De veras?…

–¡¡Qué maravilla…!!

–Pues, vámonos ya… que te está esperando tu nueva familia…

El niño y su ángel de la guardia se despidieron de los demás niños y ángeles…

–Después se acercó al grupo de los niños…

Se le acercó una niña que le dio un beso en la mejilla.

-“Yo también quiero ir a la Tierra” le dijo ella al niño, mirando a su Ángel de la Guardia.

–Podríamos irnos juntos..¿te parece? y le tomó de la mano al niño.

Su Angel le dijo…

–No niña … no estás lista. Pero ya se verán pronto por allá.

–¿Te acordarás de mi? le dijo la niña.

–No lo sé, dijo el niño mirando al Angel…

Se miraron y abrazaron. Adiós… Adiós…recuerda lo que el angel dijo que ya nos veríamos pronto por allá… ¡Ten un feliz viaje!

Y así fue. El niño caminó con su Ángel de la Guardia hacia la Tierra. Se pasaron todo el tiempo hablando sobre la tierra. El Ángel sabia mucho más que él y le contestaba cada una de sus preguntas con franqueza, amabilidad y compasión.

De vez en cuando el ángel interrumpia al niño con algún recordatorio como…

–Sabes que siempre estaré contigo. Quizás se te olvide… pero recuerda que siempre me tendrás a tu lado..

==Lo sé…pero gracias Angel de la Guardia…no quiero olvidarlo

o

–Nunca me apartaré de ti. Pero recuérdame. Que con acordarte de mi podré ayudarte aún más…

 

==Lo sé…pero gracias Angel de la Guardia…no quiero olvidarlo

 

o

–Sabes niño… quiero que sepas que nunca caminarás solo… puedes llamarme cuando me necesites y si quieres mas ángeles también.. aquí estaremos siempre caminaremos contigo..

==Lo sé…pero gracias Angel de la Guardia…no quiero olvidarlo sé lo importante que es saberlo y no olvidar…

–Si lo olvidas…te lo recordaremos de una manera u otra tu sabrás….

Varios meses después…

En la salita de paredes blancas de un hospital, bajo luces fluorecentes y brillantes, se oyó un llanto muy dulce y querido…una tierna criatura

Un bebé fue puesto inmediatamente en los brazos de una madre que lo esperaba. Su padre se acercó y le dió un beso. El bebé dejó de llorar inmediatamente.

Y así durmió el niño en el pecho de su madre en la nueva y querida tierra por toda la noche.

Y su ángel lo acompaña hasta el día de hoy y sonríe cada vez que le oye decir, algo que su madre le enseñó, ella lo aprendió en un sueño:

Ángel de Dios te recuerdo…

Ángel  a mi izquierda,

Ángel a mi derecha,

Ángel a mi alrededor y en mi corazón,

Acompáñame y guíame ahora y siempre,

Esto o algo mucho mejor…

 

Esto es un cuento que se le puede decir al niño en el día de su cumpleaños. Si te gusta el cuento compártelo con tus amistades y déjanos saber si quisieras ver este cuento publicado. De hecho si eres miembro de una editorial estamos aceptando ofertas para publicar este cuento.

 

 

 

 

 

 

 

 

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